Oasis vuelve como protagonista en una colección luminosa, una exploración sensorial que juega con la fragancia, el color y sus vibrantes matices. El concepto de envase es una oda a la luz, a cómo se refleja en la textura pronunciada, amplificando la profundidad del cristal, irradia el producto y el espacio que lo rodea. Las pinturas se convierte en parte integrante de la narración, revelando las fragancias a través de un refinado efecto degradado que anticipa la evaporación del perfume. Tres interpretaciones cromáticas que narran tres experiencias olfativas. Summer encierra la vibrante energía de la lima y la verbena, una explosión de frescor estival. Sunrise pinta la dulzura romántica de la flor del melocotonero entrelazada con el neroli, en una armonía delicada y susurrante. Sunset, con sus tonos profundos y licorosos, evoca la calidez envolvente del hibisco y el ylang ylang, sellando la colección con un toque sensual. Por último, la decoración, casi imperceptible, confiere una sutil materialidad al producto, como si quisiera crear un contacto entre el recipiente y el que observa.