Terre di Cleta

Terre di Cleta nace de nuestro deseo de rendir homenaje a nuestra tierra, Calabria, a través de un aceite de oliva virgen extra de la más alta calidad, capaz de transmitir la vitalidad y la riqueza de un territorio que siempre ha fascinado. Al igual que Cleta, la amazona griega que, sorprendida por una tormenta, desembarcó en las costas calabresas y decidió establecer allí su hogar, nosotros también seguimos dejándonos encantar por esta generosa región. El aceite evoca precisamente esa emoción: el momento del desembarco, el asombro ante una naturaleza plena, los aromas y colores que guardan la memoria, las raíces y la identidad. Es un viaje que atraviesa la historia y el mito, el hombre y el paisaje, la sencillez y la elegancia. Cada gota de Terre di Cleta enriquece la mesa y ofrece una experiencia de conexión auténtica con la tierra: una invitación a redescubrir la belleza de las cosas genuinas, un gesto que habla de cuidado, atención y calidad. Porque Terre di Cleta no es solo un aceite.
Es una emoción que nace de la tierra y llega al corazón, pasando por el paladar.

El envase de Terre di Cleta es parte integrante de nuestra identidad: no es un simple recipiente, sino la voz narradora de nuestro aceite. Cada color y cada detalle de la etiqueta cuentan un fragmento de nuestra historia y de los valores que nos guían. El azul evoca el mar que baña nuestras costas y recuerda el viaje de Cleta, que llegó a Calabria atraída por la belleza de esta tierra. El verde es el de las colinas y las extensiones de olivos, símbolo de vida y exuberancia; es el color de la hoja del olivo y del aceite recién prensado, el regalo más sincero de la naturaleza.
El amarillo, con su forma de gota, evoca inmediatamente el aceite y su fluidez natural. Por último, el dorado, el color del sol que calienta nuestros olivares, es también el tono que más nos representa: precioso, luminoso, símbolo de excelencia. Está en el logotipo, en el cuello de la botella, y es lo que confiere al envase esa elegancia discreta y ese carácter de joya que guarda un bien preciado. La botella también cuenta nuestra historia: cuatro lados diferentes, como los cuatro elementos de la naturaleza, como los cuatro colores de la etiqueta y como los cuatro socios de Tenute Quattrò. Su diseño expresa equilibrio, unión y fuerza compartida: los mismos valores que encontramos en nuestro aceite.